UNA CARTA.

    A  LA AMANTÏSIMA VIRGEN DEL CARMEN :

   FELIZ DÏA  MADRE AMADA !
  Yo soy tu ovejita impaciente, aquélla que  de muy pequeña aprendió a quererte con todo el corazón. La que lleva con orgullo tu nombre,, la que siempre pide rosarios de regalo. 
  Pensé que aprovecharía este momento para pedirte cosas, porque
  es lindo pedirte, es como volverse niña esperando regalos y porque todos piden, siempre piden.
    Pero lo pensé y sólo hay algo que quiero me concedas. Tú lo sabes bien. Fíjate que el tiempo se me acorta , los años pasan como ráfagas .Necesito tenerlo a mi lado , aunque sea un ratito, aunque sea un trocito del tiempo que se va. Sabes que siento que en cualquier momento mi corazón  se negará a latir, arrastra ese cansancio de años que sabes bien .
   En lo demás sólo me queda agradecerte, me has dado mucho más de lo que merezco.
   Me has regalado una tremenda capacidad de amar , me has dado la compasión que estremece , puedo sufrir con el que sufre . has destinado para mí un caudal de ternura que permite a mi corazón mantenerse siempre tibiecito y con repuesto de cuencos rebosando miel.Me has hecho generosa. Sé dar hasta que duela. no guardo para mí nada que me cueste abandonar.
    Claro que hay mucho que no pude alcanzar.No he podido calmar ese tremendo hambre de amor. Ando buscando amor por todos lados porque nada me alcanza,  como esos vagabundos que buscan pan.Terminé pareciéndome al poligrillo que duerme en el centro de la plaza. Intenté apaciguar esa inquietud permanente queme  lleva de un lado para el otro como si fuera una gitana y a lo mejor lo soy.
    En fin Madre, no quiero seguir diciéndote estas cosas porque seguramente encontraré demasiados deberes que hice mal.
    No lo tomes en cuenta , porque en las cuentas del habe y del haber encontrarás dolores y desgracias, sobre todo esa que sabes  que partió mi corazón y me cuesta mares de lágrimas. No hagamos cuentas pues terminaríamos como Elías  reclamando .a DIOS

.
   Debo decirte en mi favor que no he dejado de confiar en Tí aún recibiendo palos y más palos.nunca te abandoné. me levanto y me acuesto con tu nombre pero nobleza obliga muchas veces cuando a punto estoy de rendirme y abandonar la lucha, ese suave perfume a rosas que te precede llega a mí, acaricia mi alma y me da fuerzas para seguir. 
    Ahora voy a terminar esta carta testamento porque mucha, mucha gente la está pasndo mal y querrá contarte de su vida. No te olvides de aquéllo que Tú sabes .Déjame gozarlo un poco más y te prometo mejorar aquéllo que quedó por la mitad.
                                     Tu ovejita inquieta , la que te quiere más que a su propia vida..
                                   María del Carmen.

   P/D Gracias por mandarme a LUNA, mi cobijo, mi alegía, mi amparo..