A eso de sentir la mano de Dios y saberte impotente,
de fijarte una meta y tener que seguir otra.,
de huir de una prueba y tener que encararla,
de planear un vuelo y tener que recortarlo,
de querer y no saber, de avanzar y nunca llegar.
A eso... no le llames castigo, llámale:
ENSEÑANZA
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