LA PASION.

..." todo me lo imaginaba vivamente : el semblante de los jueces , la gesticulación
de los sanedritas, la actitud agresora del populacho ... y sonbre todo,
la serenidad del rostro de Jesús,el tono mesurado de sus respuestas ...
todo ello como un reflejo de la profundidad de su amor.
Observé fijamente la cobardía de Pedro, pero no lo censuré ,
porque evocaba mis propias cobardías en contraste con la mirada de Jesús,
cuajada de ternura y misericordia. Vi salir a Pedro a la oscuridad
de la noche llorando amargamente. Me dio mucha pena.
En aquella noche de horror contemplé a Jesús en manos de la soldadesca:
vilipendiado, azotado, escarnecido. No solté mis ojos en ningún momento
del rostro de Jesús: un rostro de majestad, paz y amor de aquel que dijo :
ustedes no me arrebatan la vida violentamente, yo la doy voluntariamente.
...Lo observé en su subida al Calvario : parecía la aurora que sube
irradiando luz. Destrozado, pero entero , como un cordero
vestido de una infinita paciencia, revestido de una belleza que sólo
del otro lado puede venir.
Asistí a la consumación. Una palabra me sumergió en un mar sin fondo :
"Tengo sed "...

       Fragmento del libro "La rosa y el fuego" del sacerdote Ignacio Larrañaga.