LOS ARCANGELES.

( ...) Llegaron los arcángeles.
Se supo que llegaban por una luz dorada,
que se esparció en la noche,
cuando los sueños labran manantiales
en la yerma memoria de las gentes
y el mundo es un milagro
de silente esplendor.
Podían escucharse sus pisadas
de luna entre los árboles
el rumor de sus voces delgadas como espigas,
y eran de ver los ópalos serenos de sus ojos
escrutándolo todo
el azulado vuelo de sus manos
su gesto entre cordial e indiferente.
Obedecían órdenes:
debían recorrer los paisajes del hombre
sus profundas raíces,
los latidos finales de su vida interior.
Y en jornadas de niebla descubrieron
deltas de soledad, praderas de rencor,
roquedales de angustia,penínsulas de hastío,
valles de incertidumbre y desconfianza,
manaderos del miedo más oscuro,
hontanares de envidia y desconsuelo.
Su misión fue difícil
las gentes se apartaban a su paso
todo el mundo rehuía sus miradas, 
en sus interminables andaduras  
sólo encontraron gestos de desamor y olvido.
A veces preguntaban: nadie quiso explicarles.
Ellos, entre el silencio,
con lápices de ámbar escribían
palabras desoladas
en sus libros celestes ...
Y una tarde de plata,
en un viento lentísimo y cansado,
agitando sus alas muy despacio,
regresaron por siempre
a sus mundos distantes.

Cuentan quienes los vieron
que volaban llorando los arcángeles.
     
                                  ANTONIO  PORPETTA
( fragmento ) Del libro "Década del Insomnio".