Puedes irte y no importa,pues te quedas conmigo
como queda un perfume donde había una flor.
Tú sabes que te quiero, pero no te lo digo;
y yo sé que eres mía , sin ser mío tu amor.
La vida nos acerca y la vez nos separa,
como el día y la noche, en el amanecer ...
Mi corazón sediento ansía tu agua clara
pero es un agua ajena que no debo beber.
Por eso puedes irte, porque aunque no te sigo
nunca te vas del todo, como una cicatriz;
y mi alma es como un surco cuando se corta el trigo,
pues al perder la espiga retiene la raíz.
Tu amor es como un río, que parece más hondo
inexplicablemente cuando el agua se va,
yo estoy en la orilla, pero mirando al fondo
pues tu amor y la muerte tienen un más allá.
Para un deseo así, toda la vida es poca;
toda la vida es poca para un ensueño así ...
Pensando en tí, esta noche yo besaré otra boca
y tú estarás con otro... ¡pero pensando en mí !.
JOSE ANGEL BUESA.
¡¡Ay ese amor ajeno...! Que lo sentimos en profundidad, pero no nos pertenece, y la voz se ahoga en la garganta, mientras el corazón late...Un poema inmenso, profundo y muy entrañable de Buesa...Una preciosidad en ritmo, en cadencia y expresividad lírica...Un auténtica joya, amiga.
ResponderEliminarMi gratitud y mi abrazo por este regalo, que nos dejas.
Feliz noche, amiga.
M.Jesús
¡Ay, ese amor ajeno !... Este Buesa me fascina. es visceral ciento por ciento.y su sensibilidad a flor de piel.
ResponderEliminarEso es lo que me gusta. A rabiar.
Gracias por estar , amiga del alma. SIEMPRE.
¿Cómo recoger tanta lealtad ?...
Hasta los huesos hacen un impasse cuando leo este poema u otros de él.
Muchos, muchos, muchos besos para tí.
¡Feliz miércoles !
Bello poema de Buesa, gracias por compartirlo, querida María del Carmen.
ResponderEliminarUn beso enorme.
Gracias a tí, dulce María por llegarte a comentar.
Eliminarmuchos besos de miel.
¡Feliz día !